Responsabilidad Social Empresarial (RSE) Renovable

Para verdaderamente llegar a cambiar la ruta trazada por la raza humana en el planeta Tierra, es sumamente importante ir transformando la manera en que piensan las personas, implementando programas comunitarios que atienden las necesidades apremiantes de grupos marginados. Por lo general, personas de escasos recursos no cuentan con el capital para acceder a las tecnologías renovables y mucho menos a los conocimientos necesarios para implementar las mismas.  

Reconociendo esto, son numerosas las empresas que han desarrollado programas de responsabilidad social empresarial (RSE) que no tan sólo proveen la tecnología de punta, sino que también inculcan una concientización a las futuras generaciones acerca de estrategias para revertir el daño causado al ecosistema, proponen iniciativas de ética ecológica, mientras resuelven problemas reales de primera necesidad. Al comenzar “desde abajo”, las compañías que se dedican a la generación de energía por medios renovables también logran multiplicar su efecto en barrios y en áreas rurales de una manera más rápida y precisa, lo cual podría traducirse en un beneficio económico y de calidad de vida para todos.

 En Haití y en República Dominicana…  

Una de las empresas que se ha destacado en nuestra isla hermana de Haití y República Dominicana es KAYA Energy Group, la cual se dedica tradicionalmente al diseño, instalación y financiamiento de sistemas fotovoltaicos de alto rendimiento. Al implementar estrategias de ingeniería de primera clase en la construcción de sus proyectos, logran ofrecen cero costos iniciales por medio de sus Acuerdos de Compra de Energía (PPA, también en inglés), brindando ahorros energéticos inmediatos a precios más económicos que los productores tradicionales a nivel utilidad.  

Cuando se trata de sus iniciativas de RSE, la fundación Vida KAYA unió esfuerzos con la Universidad de Yale de New Haven, Connecticut, integrando en su equipo tanto profesionales, profesores, alumnos y hasta otras organizaciones no-gubernamentales (ONGs) en el desarrollo de un proyecto solar en Haití que benefició 400 estudiantes. Bajo la dirección del Taylor TMD Lab (i.e. “Transformative Materials & Devices”) del Departamento de Química e Ingeniería Ambiental de Yale, en colaboración con el equipo de KAYA, se diseñaron y construyeron Centros Integrados de Energía (IEC, en inglés) con el fin de proporcionar servicios de energía a comunidades aisladas.  

En República Dominicana, para continuar la tradición de sembrar árboles como símbolo de conservación y respeto al medioambiente, el colegio Carol Morgan School de Santo Domingo sembró su primer Árbol Solar. Este proyecto también del grupo KAYA fue posible gracias a la iniciativa de los jóvenes de la Red de Iniciativas Globales (GIN, por sus siglas en inglés) como parte de las actividades creadas para la prevención, cuidado y consumo del medio ambiente de manera responsable.  

El Árbol Solar como tal consiste de un tronco que sirve como banco de energía con conectores que son alimentados por las “ramas” del mismo árbol, ya que las mismas se componen de paneles PV. Además de lucir sumamente moderno y visualmente estético, es útil al permitir que tanto los estudiantes, padres, como empleados del colegio recarguen sus respectivos aparatos electrónicos. Por otro lado, el Carol Morgan School, fundado en 1933, también cuenta con un centro de reciclaje que apoya las comunidades de Bella Vista al mejorar la clasificación y disposición de sus desperdicios sólidos. En el programa académico, se inculca la concientización sobre la responsabilidad individual para contribuir a un planeta más limpio a través de actividades extracurriculares, iniciativas de siembra y una discusión abierta acerca de metodologías de conservación aplicables al hogar.  

Dentro de la República Dominicana KAYA ha logrado sobre 300 instalaciones, y en su compromiso con la comunidad, también cuenta con un programa de donación de paneles solares para el beneficio de la Fundación Mariposa, localizada en la zona turística de Cabarete. Como método de recaudar fondos, por cada cinco árboles vendidos por la fundación, KAYA se compromete a donar un panel que contribuirá a la construcción del nuevo centro para niñas de escasos recursos en mencionado pueblo.  

Brasil  

Por otra parte, en Brasil, específicamente en Río de Janeiro, el francés Agustín Butruille y el belga Pol Dhuyvetter impulsan la primera cooperativa solar en una favela, donde han instalado paneles para aprovechar la consistencia del clima soleado. Una decena de familias de la favela carioca de Babilonia, la cual cuenta con vista a la famosa playa de Copacabana, solicitaron la instalación de paneles solares, dándole ímpetus a la generación de energía distribuida a través de un “micro-grid”.  

Más al norte y en el punto más al este de Brasil, el estado de Paraíba es considerado uno de los lugares con mayor potencial para la generación de energía fotovoltaica del continente, gracias a la alta irradiación solar. Precisamente, en el barrio Ciudad Verde del estado, la iniciativa comunitaria desarrolló un proyecto para reducir un 70% los gastos por consumo eléctrico de 8 familias.   Como mencionamos, el estado de Paraíba está ubicado en la región noreste de Brasil y cuenta con un clima semi-árido. Al tener un bioma en donde los niveles de precipitación están por debajo del potencial de “evotranspiración”, que es la suma de agua evaporada de la tierra, océanos y de transpiración de plantas que llega a la atmósfera, el clima casi desértico le hace un sitio ideal para capturar energía solar. Por tal razón, la capital de Joao Pessoa de Paraíba es la segunda ciudad más verde del mundo, también siendo conocida como la ciudad donde el sol nace primero, ya que se encuentra en el punto más oriental del continente americano.

 

Por otro lado, para propósitos de suplir agua y evitar que los niños se bañen en las aguas peligrosas del rio, el Instituto Marimaua instaló paneles a orillas del río del estado de Bahía para que a través de una bomba se envíe agua a los hogares de sus residentes.

Las instalaciones solares no tan solo resolvieron un problema serio de acceso al agua potable, sino que también generó nuevas oportunidades de negocio ya que la Sra. Lucineide Silva creó una microempresa dedicada al mantenimiento y limpieza de los mismos paneles fotovoltaicos (PV) instalados para que siempre trabajen en condiciones óptimas.  

El mantener un ambiente inclusivo cuando se trata de diseñar e implementar proyectos de energía renovable, apoyados por NGOs que canalizan fondos y personal es sumamente importante. Pero al integrar al sector privado a través de iniciativas de responsabilidad social empresarial (RSE) y al sector público con programas de incentivos acompañados de mecanismos eficientes de permisos; en conjunto, siempre se acelerarán los niveles de adopción, asentando las bases de conocimiento que impactarán positivamente generaciones futuras.